Inspirado en la obra Crucifixus, de Jose Alberto Pina
Deja que te despoje de religiones,
de creencias,
de tradiciones;
deja que me acerque a ti
sin prejuicios
ni segundas intenciones.
No importa cuál sea tu
nombre,
no importa con qué fin te
parieron,
eres preciosa y
solo tu belleza me importa.
Solo quiero escucharte,
sentirte,
disfrutarte,
que tus sonidos penetren por mi oído
lentamente,
como un susurro,
conquistando mi corazón.
Melodías entrelazadas que se abrazan
y me abrazan,
acariciándome el alma,
erizando mi piel,
mientras tu sublime sencillez me envuelve,
me arrulla,
me mece.
Me llenas de paz
y me estremezco.
El sentimiento estalla
en mi pecho.
La emoción aflora en mis ojos.
Mis pies no tocan el suelo.
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