PALABRAS QUE TEJEN ABISMOS

 

PALABRAS QUE TEJEN ABISMOS

ABISMOS QUE CREAN SILENCIOS

SILENCIOS QUE PONEN DISTANCIAS

DISTANCIAS QUE PROVOCAN MIEDOS

 

MIEDOS A PERDER LOS AMORES

AMORES QUE ENJUGAN LAS LÁGRIMAS

LÁGRIMAS AUSENTES DE BESOS

BESOS CON LOS QUE PASAR PÁGINA



CANFRANC


Dejarnos llevar a cualquier lugar del Pirineo

y seguir descubriendo sus sendas

siempre es un placer para los sentidos.

Paisajes inmensos, sinfonías de olores,

formas y colores de una Naturaleza seductora,

cuya brisa nos envuelve y enmudece

para que, nuestras palabras, no enturbien su lenguaje.


Volver a Canfranc siempre es un regalo;

su estación, su historia, sus leyendas, sus mitos, …

protagonista indispensable e indiscutible

de momentos de plenitud capturados en la retina,

de recuerdos destilados por la memoria

que forman parte del álbum de recuerdos de nuestra vida.

Tras veinte años caminando juntos,

compartiendo miradas que rompen silencios,

he elegido el lugar perfecto de uno de esos momentos para no olvidar.

Aquí, en Canfranc, alzo mi copa y brindo contigo

por muchas sendas infinitas por las que transitar.


SIN SENTIDO(S)


Mi mirada capta la instantánea

de la quietud

de un día soleado de agosto

en plena montaña.

Solo el caminar de las vacas

y el vuelo de las aves

ponen movimiento

a la imagen estática que hay ante mí.

Verde paleta cromática

verde prado

verde bosque

verde vida

verde paz.

Mis oídos perciben

el sonido de la brisa

susurrante,

el sonido del silencio

apenas roto por el canto de los pájaros,

algún graznido acompasado

y el lejano tintineo

de los cencerros del ganado.

Huele a inmensidad,

a nada,

a fresco,

a sol,

a tierra y agua.

Huele a verde.

Huele a libertad.


Pero el sabor es agridulce.

Las noticias recientes

traen amargura al cielo de mi boca,

nubes grises a las cuencas de mis ojos

y gélida palidez a cada poro de mi piel.

Mi pensamiento lleva días secuestrado

en un lugar llamado Kabul.

Contemplo el paraíso ante mis ojos

Y me estremezco al pensar

que también de este lugar un día

muchos huyeron

dejando atrás su pueblo,

la que hasta entonces era su vida,

privando a sus ojos

de la belleza de una tierra

tan bonita y tan querida.

 


Aunque la tierra escupa fuego,

la ciudad se vista de hielo,

o el agua inunde las calles,

ojalá a nadie le falte un techo bajo el que cobijarse.

Cuando aceche el peligro

la única salida sea la huida

y el futuro flote a la deriva

Ojalá haya un abrazo que te amarre la vida.

 

Ojalás que esconden dudas.

Ojalás que esconden nuncas.

                                                             Pirineo Aragonés, Agosto 2021


Es solo música

 Inspirado en la obra Crucifixus, de Jose Alberto Pina

Deja que te despoje de religiones,

de creencias,

de tradiciones;

deja que me acerque a ti sin prejuicios

ni segundas intenciones.

No importa cuál sea tu nombre,

no importa con qué fin te parieron,

eres preciosa y

solo tu belleza me importa.

Solo quiero escucharte,

sentirte,

disfrutarte,

que tus sonidos penetren por mi oído

lentamente,

como un susurro,

conquistando mi corazón.

Melodías entrelazadas que se abrazan

y me abrazan,

acariciándome el alma,

erizando mi piel,

mientras tu sublime sencillez me envuelve,

me arrulla,

me mece.

Me llenas de paz

y me estremezco.

El sentimiento estalla en mi pecho.

La emoción aflora en mis ojos.

Mis pies no tocan el suelo.